Las historias se acaban y algunas muy rápido. Ojalá hubiera
empezado a escribir esta hace unos días pero estaba tan feliz en ese mundo imaginario donde a alguien le gustas y no hay nada más bonito ni importante. Cuando cada
palabra suya era una sorpresa y nacía la alegría en mi corazón. Me da vida.
Pero lo sabía, siempre es una de cal y una de arena. Me gustas,
tu pelo, eres muy guapísima, cada palabra te toca el alma, él es especial, lo
es aún hoy.
He metido la pata a sabiendas, no podía aguantar las ganas. Habíamos estado en el sofá tocándonos y la excitación era mucha, llevábamos días así.
He metido la pata a sabiendas, no podía aguantar las ganas. Habíamos estado en el sofá tocándonos y la excitación era mucha, llevábamos días así.
Me ha dicho es como ser
dos personas, una lo quiere todo contigo, pienso en ti a cada rato, estoy en la
academia y quiero ver un mensaje tuyo. Si oigo tú voz me excito, si veo tus
ojos, Estoy todo el tiempo así. Me enseña una foto que nos hicimos y sabe leer
mi mirada, es como si me viera por dentro. Hay cosas que no se pueden esconder
aunque no se digan.
No hay vuelta atrás y no sé como contar esto. No quería perderlo,
sus palabras, sus caricias, su piel suave y perfumada, esa sonrisa que llena de
luz la habitación, sus ojos brillantes llenos de vida. La sinceridad velada que
guarda cosas. Que te mantiene en vilo. Como me siento cuando alguien me quiere
aunque sea solo un poquito.
Te ofrece el mundo y te lo quita en la misma tarde. Te ama
de corazón pero se rompe. Quiero dártelo todo, lo siento que contigo puede ser
todo, pero la distancia hace daño y me voy en junio. Puedo volver, hay un
puesto de capitán en Canarias. Y juro que solo ahí sólo en ese momento he
creído que era posible algo real.
Es una montaña rusa.
No soy buena con las emociones, tardo en procesar. Me pierden por exceso. Lo
siento todo tanto que cada vez me elevan y derrumban, quiero proteger una parte
de mi y lo hago pero cedo un poco más de lo que debería. Sufro mucho por amor,
por falta de él. Porque parece real y se torna oscuro. Porque estoy sola sin
querer y tengo tanto que ofrecer que cuando alguien te valora es como si por
fin la existencia tuviera un sentido. Como si mi paso por esta vida tuviera un
fin.
Podemos hacer todo pero sin penetración. Lo es la diferencia
cultural …
La intuición es ese aviso de los ángeles que quieren
protegerme y yo me digo gracias pero no, tengo que ir, tengo que escribirle
ahora. Me ahogo si no voy. Tengo que verle aunque ahora no es buen momento. Tengo
que tocarle y besarle y abrazarle.
Y está mal y es no respetar su decisión y aprovecharme de sus necesidades, de su excitación. Y abandonarme a la mía sin pensar en más. No he podido controlarme. Y lo he estropeado todo.
Y está mal y es no respetar su decisión y aprovecharme de sus necesidades, de su excitación. Y abandonarme a la mía sin pensar en más. No he podido controlarme. Y lo he estropeado todo.
Había magia entre nosotros. No amor pero una conexión, una
sensibilidad. Somos iguales, sentimos igual. Lo sé.
Y ahora no puedo parar de llorar. Porque ella le conoce muy
bien, porque desde esta tarde tiene una esposa muy joven y dos niñas pequeñas.
Y la alegría se esfuma, no porque no sea real nuestra historia
sino porque lo es tanto que me pide que se acabe. Todo me da vueltas.
Llego a casa me ducho
me pongo el pijama sin ropa interior y
me presento así en su casa con el alma en vilo. Está serio, me trata bien,
me dice que es muy tarde que ahora no. Se ha sentado en una silla al revés para
poner un respaldo entre nosotros. Dice que sabe que no puede parar si me toca. Y
no quiere hacerlo.
Puedo irme, ser fuerte, dar marcha atrás y volver a casa dignamente. Pero se lo pido por favor y el sucumbe. Por un momento recupero el aire, estoy muy excita, llevo así días. Se desnuda me lleva a la habitación. El tiene puesto un preservativo (los nuevo de durex invisible son pequeños) Ahí podía haber dicho smahli, me voy. Y quise hacerlo, era la última oportunidad…
Puedo irme, ser fuerte, dar marcha atrás y volver a casa dignamente. Pero se lo pido por favor y el sucumbe. Por un momento recupero el aire, estoy muy excita, llevo así días. Se desnuda me lleva a la habitación. El tiene puesto un preservativo (los nuevo de durex invisible son pequeños) Ahí podía haber dicho smahli, me voy. Y quise hacerlo, era la última oportunidad…
Mi dios me lleva hablando 3 días con una claridad total, no
puedo decir que no lo oí, he rechazado sus sabios consejos para meter bien la
pata.
Ahora me acuerdo de la frase “Si quieres algo déjalo libre,
si vuelve a ti es tuyo, si no nunca lo fue”
Alguna vez la he puesto en práctica con resultado de la
misma soledad. Pero sin culpa, sin arrepentimiento y sin ese malestar de saber
que has hecho daño egoístamente o porque te mueres un poco por dentro de tanto
fracaso.
Ha durado unos segundos,
un roce, algunos movimientos y
fuera. Y entonces me he dado cuenta. Había eyaculado ya, su cara de consternación,
de dolor.
Aun así ha mantenido la calma, quería decirme, se sentía mal,
muy mal. “He sido desleal, he sido infiel “Entonces he querido haberme quedado
en mi casa y distraerme como pudiera, no haberle pedido que viniera, ni dejado
que eso pasara, que nuestros sentimos aumentaran.
O quizá tener la paciencia de esperar que en unos días su mente más calmada le dejara decidir sin dolor.
O quizá tener la paciencia de esperar que en unos días su mente más calmada le dejara decidir sin dolor.
Hay sobre todo una cosa que me rompe por dentro, se que
podría haber sido precioso, hacer el amor, poner el cuerpo y el alma. Acariciar
y sentir hasta dejarnos llevar, disfrutar juntos y ser felices. Hubiera sido
una experiencia maravillosa, inolvidable.
Pero ha sido un polvo
rápido, sin sentido, ni sentimiento más que de culpa. Sin mirarnos a los ojos.
Sin cogernos de las manos.
Mientras me penetraba he sabido que nunca habíamos estado tan lejos el uno del otro.
Mientras me penetraba he sabido que nunca habíamos estado tan lejos el uno del otro.